Nuestro bebé y la guardería – Su adaptación
Hemos tomado la decisión de que nuestro bebé vaya a la guardería. En muchos casos, es por necesidad familiar cuando los miembros de la unidad familiar tienen que salir a trabajar, y en otros casos es porque pensamos que es bueno para el desarrollo de nuestro bebé. En cualquier caso, lo necesario es que adaptemos a nuestro bebé a un nuevo cambio de su vida, unas nuevas rutinas, y personas que no son las que él conoce.
Los cambios son difíciles para la mayoría de nosotros, porque implica que salgamos de nuestra zona de confort para enfrentarnos a situaciones nuevas que son casi siempre desconocidas. Todo cambio genera sensación de ansiedad y se puede decir que en cierto modo es miedo, pero sabemos que según nos vayamos adaptando esas sensaciones desaparecen e incluso llegamos a disfrutar de la nueva situación.
En el caso de los niños cuando se quedan solos en la guardería, tienen la sensación de que les hemos abandonado allí. Todo les resulta desconocido y esto les genera precisamente esa ansiedad y miedo a lo que no conocen. Por este motivo, muchos niños lloran y no quieren quedarse solos.
Vamos entonces a tomar algunos consejos para ayudar a nuestro bebé durante su adaptación a la guardería.
Adaptación paulatina en la guardería
Lo más indicado y probablemente la propia guardería nos oriente en este aspecto, es que la adaptación se realice de forma progresiva. Al principio bastará con que le llevemos una o dos horas, incluso podernos quedar con él hasta que se sienta más confiado. Él notará que es un lugar que nos gusta y que es de nuestra confianza.
Poco a poco, según pasen los días habrá que ir aumentando el tiempo que permanece en la guardería y así sucesivamente. El tiempo que tarde cada niño en adaptarse no es exacto. No te agobies si tu bebé tarda más que el resto, pues cada uno tiene su ritmo en todas sus metas o logros.
Actitud positiva
Si nosotros mantenemos una actitud positiva cuando entramos en la guardería, le animaremos a que se sienta más animado. Hay que estar relajado y aunque a ti te estrese que se quede solo ahí, él no lo debe percibir jamás.
Objeto de apego
Permitirle al bebé que lleve consigo su objeto de apego preferido, es una buena estrategia. Ese objeto simboliza lo conocido y será el único objeto que en principio le proporcionará seguridad.
Llevarle y traerle de la guardería
El primer día es el más difícil pero si nuestro bebé sabe que le dejamos pero que luego le recogemos, le hará confiar en que sí vas a regresar a por él. Es importante que seamos nosotros mismos quienes les llevemos y traigamos de la guardería.
No prolongar las despedidas
Es tan importante llevarle todos los días a la guardería como lo es el vitar las despedidas demasiado largas. Cualquier despedida acentúa la ansiedad de separación, y si la prolongamos acentuará esa ansiedad. Lo ideal es una despedida tranquila, le des un beso y le dejes sonriente junto a la persona que le va a cuidar.