Plantas en la habitación del bebé ¿sí o no?
El eterno debate en declinar la balanza entre si las plantas son adecuadas para la habitación del bebé o no está presente.
Las plantas son sinónimo de bienestar en casa, pero ni todas las especias son igual de recomendables, ni todas las habitaciones admiten con facilidad la idea de decorarlas con ellas.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que el consumo del oxígeno de las plantas no constituye riesgo alguno para la salud. La parte de oxígeno que absorbe es mínima, pero en cambio, durante el día aportan oxígeno convirtiéndose en purificadores de aire naturales.
Beneficios de las plantas en la habitación
La presencia de las plantas, tiene un efecto relajante. Ya sea por su belleza o frescura, ayudan a reducir el estrés y mejorar el estado anímico. Añadiendo el carácter purificador, resultan recomendables para la habitación de los niños.
El Feng-Shui nos dice que es buena idea colocar una pequeña planta cerca de la puerta de la habitación del bebé, a fin de separar las estancias.
Por lo tanto, son muchas las ventajas de decorar la habitación de los más pequeños con plantas decorativas y coloridas, aunque sin olvidar ciertas particularidades que veremos a continuación.
Particularidades a tener en cuenta
Si nos decidimos por tener plantas en la habitación de los niños, hay que obrar con responsabilidad para que sean positivas en la decoración pero también en la educación. Las plantas no deben estar al alcance de los bebés, por lo que será preferible sean plantas de pequeña envergadura para poderlas colocar siempre alejadas del acceso del bebé. Esto realmente es aplicable tanto a su habitación como al resto de la casa.
No todas las especies resultan igual de recomendables. Las especies aromáticas resultan especialmente relajantes, siendo un ejemplo de ello la lavanda o el romero. Otras que no son aromáticas, pero ayudan a calmar el cuerpo y la mente como lo son el jazmín o las gardenias. Otra planta muy recomendable sería el aloe vera, ya que emite oxígeno por la noche al tiempo que toma dióxido de carbono.
En cambio hay plantas tóxicas que nunca deberemos poner en la habitación de los niños, tales como el poto, ya que sus hojas son tóxicas. El muérdago y el acebo son típicas planta de Navidad que tampoco deberemos poner en la habitación de los niños, como tampoco deberemos poner las azaleas o los ficus.